domingo, 25 de abril de 2010

La regla de Oro

Nostalgia del ayer, no sólo del tiempo y los amigos perdidos, sino de la sencillez de mi vida pasada.

Ese es mi problema y lo tengo más que identificado, pero el simple hecho de recordar, cuantas veces me quejé de que mi vida era monótona y aburrida, hoy me causa añoranza y no puedo hacer nada la respecto. Si algo he aprendido en mi corta experiencia es que hay una regla de oro en la vida: "Uno nunca quiere lo que tiene y nunca tiene lo que quiere". así es esto, desde siempre. No hay finales felices. punto.

No hay tal cosa como sueños cumplidos, algunas metas se alcanzan y simultáneamente otras nuevas se establecen en un ciclo sin fin de ideales inalcanzables, mientras que el conformismo no es más que la mediocridad como resultado de ignorar lo que realmente se busca.

Seguramente alguna de estas cuestiones ha pasado por la mente de más de uno de ustedes: ¿Por qué hago lo que hago, si está tan alejado de lo que sueño? ¿Por qué no preparo las maletas y tomo un boleto que me acerque a lo que realmente deseo, a mi verdadero destino? ¿Por qué no encuentro la felicidad y me aferro a ella, para que no vuelva a convertirse en un espejismo momentáneo, que colapsa sin dar explicaciones?

La respuesta a estas preguntas está en la Regla de Oro... esa es mi teoría

Redefiniendo el Rumbo

Las palabras que ahora leen, sonaban mucho mejor en mi cabeza. Infinitamente mejor.

Hoy no habrá disculpa por el abandono (de dos años) a este blog, hoy sólo les diré que es otra persona la que lo escribe. Puede que sea más madura, puede que haya corregido ciertas manías, puede que su ortografía haya mejorado un poco, puede que el estilo y la redacción sean distintos o... puede que no.

Puede ser que noten cambios pero en esencia, es la misma niña que sueña y que se niega a crecer, que antes quería comerse al mundo y ahora se ha puesto a dieta, no quiere entenderlo, porque lo que ha visto la tiene asustada, es la misma persona que antes buscaba entretener, pero que ahora sólo quiere un desahogo, la misma que busca en el día a día, cosas y detalles idiotas para poder sonreír, aunque ahora le cuesta más trabajo, la misma Karen, pero diferente, en pocas palabras: es una versión de la persona que ya conocían pero un poco más jodida, más honesta y más persona.

Es un alivio saber que no importa cuanto haya cambiado yo, pues finalmente puedo volver y habrá alguien que me acepta con la única condición de recordar la contraseña...

Im back!